La zona residencial del Madrigal, que ahora se urbaniza en su primera fase, cuenta en su superficie con alrededor de 1.500 edificaciones, mayoritariamente masets que, en parte, se han construido en las últimas décadas sin licencia de obras, ya que la concesión de las autorizaciones no se ha iniciado hasta que han comenzado a aprobarse las reparcelaciones de las correspondientes unidades de actuación.

Según informaron a este rotativo fuentes municipales, gran parte de quienes han construido sin licencia sí están al día en el pago del IBI, ya que cuando finalizaron la obra registraron la misma en el catastro. "Con ello se consigue evitar una posible multa, ya que la irregularidad de edificar sin licencia prescribe a los cuatro años", indicaron las mismas fuentes.

Sin embargo, una vez se inicie la regularización de los masets ilegales éstos no estarán exentos de pagar la cantidad que le corresponda en concepto de licencia de obras, según sea el importe del presupuesto de la obra.

A este respecto, la mayoría de las edificaciones del Madrigal se levantaron en su día sin la necesaria licencia. Tan sólo las construidas a ambos lados del camino Ermita y alguna otra zona permitían obtener la autorización. Así, se calcula que alrededor del 80% de los masets se construyeron de forma irregular.

Cabe recordar que hace unos días, la junta local de gobierno aprobó la concesión de la primera licencia en El Madrigal en una de la seis unidades de ejecución que ya tienen aprobado su proyecto de reparcelación, premisa básica para acometer la regularización de los inmuebles ilegales.

El concejal de Urbanismo, Juan Serrano, dijo a este rotativo que "aún son pocos los expedientes de regularización que se han iniciado por parte del inspector de obras". Un proceso que culmina con el pago de las obligaciones de los propietarios para con el Ayuntamiento.