El Ayuntamiento de Vila-real instalará bolardos automatizados, que se bajarán o subirán mediante el uso de targetas o mandos, en las calles peatonales del centro urbano, según informó a Mediterráneo el alcalde, Manuel Vilanova, con el objeto de limitar el acceso de vehículos.

En la actualidad, camiones, coches y furgonetas circulan por estos viales, ante las protestas de los viandantes que, en ocasiones, se ven obligados a apartarse para que puedan pasar los vehículos.

Vilanova dijo que, en principio, se prevé colocar tres pivotes --que podrían incrementarse en uno más-- en las entradas por la plaza Major de las calles Cova Santa, Major Sant Jaume y Sant Roc. Mientras tanto, el resto de accesos quedarían cerrados de forma permanente con bolardos.

"En realidad, lo que ocurre actualmente es una vergüenza y hay que cortarlo por lo sano", indicó el primer edil, en relación a la continua circulación de vehículos en las calles peatonales a cualquier hora del día.

"También se habilitará un horario de carga y descarga que puede ser, por ejemplo, de 7 a 9 de la mañana y de 3 a 5 de la tarde; fuera de esas horas no se podrá entrar a las calles peatonales", añadió Vilanova.

Las medidas se completarán con la habilitación de zonas de carga y descarga en la acera norte de la calle Ramón y Cajal y en la plaza Bayarri, con el objeto de permitir la entrada y salida de personal de reparto en el área acotada que el alcalde quiere tener lista para el verano.