La ruta botánica que discurre junto al cauce del río Millars, y que se abrió el pasado verano, ha sido objeto de repetidas acciones vandálicas en los últimos días, según señaló ayer la edil de Medio Ambiente, Ana Martín.

Martín informó que una o varias personas han arrancado en varias ocasiones la barandilla protectora del pequeño puente de madera situado en el punto en el que hay una cascada artificial. "Primero la arreglaron los operarios municipales y, tras arrancarla de nuevo, los empleados de la empresa Cespa tuvieron que descolgarse por el cauce para recuperarla", indicó.

Actualmente, una cinta de plástico del departamento de Gestió d´Obres i Serveis (GD´OS) advierte de la falta de este elemento protector y señaliza el borde del cauce, con el objeto de evitar el deslizamiento de cualquier usuario hacia el río.

Asimismo, también los vándalos se han cebado contra una farola solar. "Le han tirado piedras hasta que han conseguido romper las placas", dijo Martín.

La concejala lamenta este tipo de actitudes. "Esto resulta desilusionante, porque mientras desde el Ayuntamiento se trabaja fuerte para que la gente pueda disfrutar de este paraje hay otras personas que no piensan lo mismo y se dedican a todo lo contrario", señaló.

Como consecuencia de estos actos vandálicos, Martín ha anunciado que se incrementarán los controles y la vigilancia policial en la zona. Ayer agentes adscritos al área rural de la Policía Local estuvieron en el entorno de la ruta botánica.

Además, la edil dijo que siguen los trabajos para adecentar un nuevo tramo de la senda hasta llegar a Santa Quiteria y anunció una reunión con los regantes para pulir diferencias.