Desde hace un tiempo, los vecinos de la vía urbana por la que atraviesa la acequia mayor --o sea, la llamada Carinyena-- vienen observando un especial celo de la Policía Local en una abundante aplicación de multas por aparcar en ella.

Y uno se extraña de que las multas se extiendan por estar prohibido el aparcamiento al ser calle peatonal. Ambas circunstancias, lo de peatonal y lo de prohibido aparcar, no están señalizadas. No sé hasta qué punto se puede multar por un motivo que no está expresado in situ para información de propios y extraños.

En un extremo de la citada vía, pero discontinuo, hay una paleta que indica la prohibición de circular vehículos, pero la señalización no tiene continuidad en cada cruce.

Y es más, los motoristas policías circulan con sus motos por esa vía que la autoridad a la que representan malamente ha señalizado y, encima, multa como si lo hubiera hecho bien. Incongruencias que habrá que corregir, a parte de anular las correspondientes e indebidas multas.