La Comisión de Escolarización de Vila-real ha registrado, durante el periodo oficial de presentación de solicitudes que finalizó el pasado viernes, la presentación de medio centenar de peticiones de padres inmigrantes para que sus hijos de tres años inicien su proceso escolar en los centros educativos de la ciudad.

Una cifra que, según ha indicado a este rotativo la concejala de Educación, Nieves Adsuara, supone un destacado incremento respecto al año pasado, si bien matiza que "a lo largo del curso ha habido un goteo constante de niños extranjeros que han ido llegando a Vila-real y que hay que escolarizar".

A este respecto, fuentes del sindicato FETE-UGT informaron al diario Mediterráneo de que, a lo largo del curso que está a punto de acabar, se han producido 164 incorporaciones de nuevos alumnos, casi en su totalidad procedentes de otros países.

Mientras, desde la Concejalía de Educación se ha indicado que, de los 556 niños nacidos en el 2003 que se tenían contabilizados, finalmente sólo se han presentado unas 490 peticiones, de las que alrededor de 50 son de hijos inmigrantes --se calculaban en principio en torno a los 80 niños--, lo que supone el 10% de nuevas escolarizaciones.

Por otra parte, la Comisión de Escolarización ha decidido anular el acuerdo tomado por el mismo organismo semanas atrás, a propuesta de la inspección educativa, mediante el que se creaba un reserva de cinco plazas por cada clase en los centros públicos y concertados de Vila-real, destinadas a cubrir las demandas de compensatoria, para escolares con dificultades de aprendizaje que, en su mayoría, ocupan alumnos inmigrantes.

Según fuentes de UGT, sindicato que está a favor de la medida de reparto, la retirada se ha producido por "órdenes directas de la Conselleria al inspector educativo de Vila-real".