El departamento de Gestió d´Obres i Manteniment (GDOS) lleva a cabo un programa de modernización de la iluminación pública, mediante el cual se calcula que el Ayuntamiento ahorrará cerca de un 20% en la factura del gasto de luz. Así, se prevé que la ciudad pase a abonar, en cuanto culmine el cambio de farolas, en torno a los 500.000 euros anuales, a diferencia de los 600.000 euros que paga el consistorio ahora, en concepto de consumo eléctrico.

Así lo aseguró ayer el concejal de Servicios Públicos, Manuel Mezquita, quien anunció el inminente inicio de la tercera fase del plan de renovación y de ahorro energético del alumbrado público de la ciudad, para el que las arcas municipales destinan un total de 300.000 euros y que, en esta ocasión, afectará a las avenidas Josep Ramón Batalla, Pius XII y Alemanya.

Además, Mezquita adelantó que antes de final de año se acometerá el cambio de las farolas de la calle Joan Baptista Llorens (antigua N-340), desde el cruce con la calle Onda hasta la intersección con las calles Penyagolosa y Riu Ebre. Una actuación que los vecinos reclaman ante el mal estado que presentan algunas de las farolas de esta importante vía urbana que, en ciertos casos, incluso llegan a sufrir graves deterioros debidos a la oxidación originada por el orín de los perros.

Además, el concejal ha adelantado que la medida se acompañará del cambio del arbolado en el mismo tramo del vial.