El museo de Sant Pasqual, ubicado en la basílica dedicada al patrón de la Eucaristía y de Vila-real, es uno de esos lugares en los que, cada vez que se visitan, se descubren nuevas piezas de arte a las que dedicar un largo rato de contemplación.

Y precisamente esa gran cantidad de objetos para exponer, procedentes de donaciones, es lo que ahora quiere poner en valor un grupo de voluntarios de este templo villarrealense.

La necesidad de comprar nuevas vitrinas en las que reubicar los objetos artísticos e incluso históricos ha obligado a estos vecinos a iniciar una campaña de cuestación popular, de igual manera a como se ha venido haciendo a lo largo de la historia del santuario para comprar aquello que se requería en cada momento.

Y lo que se busca no es una gran cantidad de dinero, sino más bien una cifra que, en principio, no debería tardar mucho tiempo de recaudarse.

Según explicó a este rotativo Manuel Menero, el objetivo es conseguir los aproximadamente 1.000 euros que se requieren para adquirir las vitrinas y colocar nuevas etiquetas con los datos de cada uno de los elementos que se exponen en el museo.

Sin embargo, las monjas clarisas que regentan el convento de Sant Pasqual aseguraron a este rotativo desconocer la iniciativa promovida por el grupo de voluntarios cuya única intención es la de velar por la dignificación, tanto del templo como del resto del edificio conventual.

De hecho, en próximas fechas indicaron que mantendrán una reunión con responsables municipales, con el objeto de tramitar ante la Conselleria de Cultura el cambio de los marcos de los ventanales del convento, aprovechando las obras de restauración de la fachada interior del monasterio que, en estos momentos, acomete la empresa Edycon y cuyo proyecto no contempla el cambio de ventanas que se propone.

Restauración

"Lo ideal sería que se realizara esta sustitución, incluyéndola en la restauración de la fachada y no esperar a acabar esta, porque entonces habría que picar de nuevo la pared para colocar los marcos", dijeron.

Además, una de las asignaturas pendientes del museo de Sant Pasqual es la de conseguir algún voluntario que se encargue de abrir las instalaciones por las mañanas, ya que la falta de personal obliga a hacerlo solo por las tardes, de 17.00 a 20 horas, según informaron ayer las religiosas clarisas.