Más de 500 son los recogedores de cacas de perro que la asociación de vecinos del barrio del Pilar empezó a repartir ayer en su sede social, ubicada en la calle Mare de Déu del Pilar. Una distribución que, según ha explicado a este rotativo el presidente de la entidad, Ángel Marcilla, seguirá a lo largo de las próximas tres o cuatro semanas hasta agotar existencias.

"Nosotros confiamos en que la gente responda bien a esta propuesta que se desarrolla ahora con el objetivo de tener un barrio más limpio", indica.

Cada martes, de 17.00 a 21.00 horas, los miembros de la junta directiva se encargan de abrir las puertas de la sede de la asociación de vecinos para atender a todos aquellos propietarios de canes que quieran contar con uno de estos utensilios.

"Además, se les enseña cómo se utilizan, ya que el manejo es muy sencillo y limpio, al tiempo que también se les entregan los folletos que se han editado para concienciar al vecindario de que no hay que ensuciar los espacios públicos", señala el presidente de la entidad.

Precisamente, uno de los problemas contra el que viene luchando Marcilla y su equipo desde hace varios años es el relativo a los excrementos de perro en aceras, parques y jardines. Algo que no solo afecta al barrio del Pilar, sino que es una conducta generalizada en toda la ciudad.

Y es que las zonas verdes, especialmente los espacios con césped o de tierra, se convierten en lugares en los que, numerosos propietarios de perros, aprovechan para que sus animales dejen sus excrementos sin después recogerlos y depositarlos en un contenedor o papelera.

En el ámbito del barrio de Pilar es extremadamente llamativo, según apuntan los responsables vecinales, el caso del área de ocio de la Mayorazga o de la zona verde en forma de montaña que existe entre la avenida Francia y la calle Joanot Martorell, junto al pabellón Bancaixa y las Piscinas Cubiertas Municipales.

"Por allí es casi imposible pasear sin salir con algún excremento de perro pegado a la suela del zapato", aseguran.

Tanto es así que el propio alcalde, Manuel Vilanova, ha indicado recientemente que podría incrementarse la vigilancia policial en la zona, con una finalidad disuasoria y sancionadora.

El reparto de los recogedores de cacas de perro se enmarca en la campaña que la AAVV del Pilar lleva a cabo en colaboración con la delegación de Medio Ambiente, para conseguir un barrio más limpio. Es por ello que se ha pedido una mayor cantidad de contenedores de papel y cartón, vidrio y envases ligeros.