El reciclaje está cada vez más presente en los hogares, en las empresas y, especialmente, en las escuelas, lugares en los que se insiste, una y otra vez, en la necesidad de que los alumnos consoliden los hábitos de separación de residuos, con el claro objetivo de reducir la cantidad de basuras y ahorrar al máximo en recursos naturales.

Y ejemplo de ese afán por enseñar las bondades del reciclaje a los escolares, el colegio público Concepción Arenal ha desarrollado en el patio del centro escolar una serie de actividades, organizadas por la empresa Educo y patrocinadas por Bancaixa, como continuación de las que se llevan a cabo en las aulas a lo largo del curso.

"En el centro siempre se está trabajando el tema del reciclaje, a través del programa Recicla, pero este año se ha querido introducir esta actividad, mediante la cual los niños han aprendido los beneficios de esta práctica a través de los juegos", señala Maite Lairón, maestra en este colegio.

Han sido casi dos horas de actividades en las que, además de divertirse, los escolares han aprendido --aunque muchos ya lo saben-- qué hacer con papeles, cartones, botellas de vidrio, briks y envases de plástico, pilas y cualquier otro elemento susceptible de ser reciclado.

"Cada vez, los niños son más conscientes en este asunto, aunque la verdad es que muchas veces hay que estar pendiente y recordarles qué hay que hacer en cada momento", indica.

Aun así, y pese al esfuerzo que se realiza en el centro educativo, la profesora advierte de la necesidad de que en casa se tenga también conciencia del reciclaje. "A lo mejor aquí reciclan por costumbre, pero cuando llegan a casa no, porque sus padres tampoco lo hacen", dice. "Incluso al colegio traen pilas, cartuchos de tinta de impresoras y otros residuos que, posteriormente, se llevan al lugar adecuado", añade.

Al final, el objetivo de este tipo de actividades es crear una rutina que, a medio plazo, permita reducir las basuras que, sin posibilidad de recuperarse, van a parar al vertedero.