Según datos que en días pasados han sido publicados en nuestro periódico, el porcentaje de delitos en nuestra ciudad ha caido en un 21% frente a los que tuvieron lugar en el año 2006. Parece ser que este hecho positivo es la tónica general en nuestros pueblos porque en l´Alcora el porcentaje de merma ha sido del 17%.

¿Quiere decir esto que la maldad de los latrocinios es una nota positiva? Pues no, porque, por otra parte, suben las estafas y algo que es mucho más duro e inhumano, los impagos de pensiones por hijos a madres solteras.

Y también los cacos se renuevan en sus operaciones contra la propiedad ajena. Se ha detectado una nueva estafa en las revisiones falsas de los contadores de luz en nuestro pueblo. Llama un señor a una casa cualquiera y dice que es de la compañía suministradora de luz, hace o no hace nada en el contador pero justifica su trabajo y quiere cobrarlo en el acto. O sea, el mal nunca duerme y adquiere, entre nosotros, nuevas formas de jorobar al prójimo.