Las fiestas patronales de Vila-real arrancaron ayer con la inauguración de dos de los centros de reunión festiva más visitados durante estas celebraciones: el Casal del Vi y la Fira de la Tapa.

La reina de las fiestas, Ainhoa Almela, acompañada por sus damas y la práctica totalidad de la corporación municipal, encabezada por el alcalde, Juan José Rubert, presidió la apertura oficial de ambos recintos festivos.

"Empezamos los festejos con mucha emoción, ya que llevamos todo el verano esperando su llegada y, además, los intentaremos disfrutar igual o más que los de Sant Pasqual porque son los últimos que viviremos mis damas y yo en nuestros respectivos cargos", señala a Mediterráneo la regente festiva.

Por su parte, el alcalde, Juan José Rubert, manifiesta su esperanza de que se repita el éxito de celebraciones anteriores. "Se mantiene la estructura de las fiestas, pero se han incorporado algunas cosas que considero que serán muy positivas y tendrán una muy buena acogida", dice.

A este respecto, el primer edil se refiere a los actos e iniciativas incorporadas a estos festejos, como la instalación de los llamados cadafals del poble, abiertos a cualquier vecino; la muestra de cultura y tradiciones populares Arrels, en la que este año se recuperan las hasta ahora olvidadas carreres de cavalls per la joia; la exposición de trajes de las reinas de los últimos 60 años; o el castillo piromusical de fin de fiestas.

A todo ello, el concejal del área, Héctor Folgado, ha hecho pública su satisfacción ante el éxito de la iniciativa de poder contar con el programa en el teléfono móvil, a través de bluetooth y SMS, por cuanto ayer se superaron las 1.000 descargas.