El grupo rural de la Policía Local de Vila-real ha constatado el descenso de la cantidad de robos de naranjas, después de concluir la campaña de prevención que se ha desarrollado a lo largo de dos semanas. Durante la misma, los agentes han realizado un total de 60 controles, resultando todos ellos "lícitos", según el informe elaborado por el cuerpo de seguridad local.

El intendente Ramón Martínez ha explicado a Mediterráneo que la campaña de prevención de hurtos de naranjas se lleva a cabo en las últimas semanas del periodo de recolección, "porque es cuando las variedades que quedan en el árbol suelen alcanzar mayores precios". Un aspecto que incide en el tradicional incremento de robos de cítricos por estas fechas.

Fuentes municipales justifican el menor número de delitos y faltas al respecto a la crisis que afecta al sector agrario y que, desde hace unos años, se traduce en unos precios más bajos.

De cualquier forma, y aunque la campaña preventiva ha finalizado, el intendente Martínez asegura que los controles se continúan realizando de manera rutinaria hasta que no queden naranjas en los árboles. "Esta es una función específica de la Policía Rural que, por tanto, se sigue llevando a cabo", indica.

La labor de vigilancia desarrollada por los agentes rurales de la Policía Local se ha ejercido en las cinco partidas rurales del término municipal de Vila-real.