El concejal de las áreas de Fomento y de Agricultura del Ayuntamiento de Vila-real, Ramón Tomás, ha anunciado que se aplicará tolerancia cero a las obras de construcción del gasoducto Tivissa-Paterna, que atraviesa de norte a sur el término municipal de Vila-real, pasando por las partidas rurales del Madrigal, Pinella y Pla Redó.

Tomás asegura que se movilizará a las brigadas municipales para que controlen el inicio y el desarrollo de los trabajos. "La Policía Rural tendrá el encargo de vigilar esta obra", señala el edil, con el objetivo de detectar aquellos desperfectos que se deriven del proyecto, tanto en elementos de propiedad municipal como de particulares y entidades, haciendo especial hincapié en comprobar que se reparan de forma adecuada los caminos y acequias que resulten afectadas.

El concejal Tomás indica que el control y vigilancia del proyecto, a su paso por el término de Vila-real, se realizará "para evitar que se repita lo que ha pasado en otras ocasiones, en las que, al final, quien ha tenido que hacerse cargo del arreglo de desperfectos ha sido el Ayuntamiento".

El edil de Agricultura se ha declarado abiertamente en contra "de que por Vila-real pase de nuevo otro gasoducto, porque ya tenemos bastante con tres, aunque habrá que asumir estas obras por imperativo legal, ya que son de interés público".

Tomás critica la "rapidez" con que se está tramitando esta actuación. "El Gobierno central podría hacer lo mismo con el AVE o la ampliación de la N-340 a su paso por Vila-real", afirma.

Con el objeto de explicar los pormenores del gasoducto y de las afecciones a propiedades en la ciudad y su término --la ocupación temporal de terrenos afecta a más de 200.000 m--, el concejal ha convocado un Consell Agrari Municipal para el próximo lunes, 30 de junio.

Además, anuncia la creación de una oficina que tramitará las posibles quejas de los agricultores, como consecuencia de las obras del gasoducto de Tivissa.