Ya en el año 2002 se redactó una ordenanza municipal de ruidos, aunque hasta 2005 no se obtuvieron resultados contundentes, que decían que la zona más contaminada acústicamente en aquel momento era la avenida de Castellón, según un estudio elaborado por la Universidad Politécnica de Valencia. Los resultados indicaban que allí el tráfico es superior al resto de la ciudad.

Por otro lado, el edil de Urbanismo, Alfredo Sanz, ha informado de que "en el plazo de 30 días es posible que todas las alegaciones al concierto previo estén contestadas, ya que los técnicos del consistorio las están estudiando en la actualidad".