El traspaso de la organización de las fiestas a la Junta de Festes parece que es algo que está al caer. Y se ha repetido muchas veces la palabra autonomía. No sé si con la euforia de los festejos, los partidos políticos del Ayuntamiento han visto que el proyecto es una barbaridad. Si la ciudadanía vota cada cuatro años es para que quienes salgan elegidos gestionen y se responsabilicen de toda la actividad municipal.

Se dice de traspasar a las peñas las fiestas porque son las animadoras de las mismas. Con la misma lógica, las asociaciones de vecinos podían reclamar gestionar el PGOU y las AMPA, la gestión de todo cuanto se refiere a la escolarización.

El Ayuntamiento no puede hacer dejación del mandato que ha emanado de las urnas.