El 70% de las personas que acuden a la Oficina de Atención a las Víctimas del Delito de Vila-real, ubicada en el edificio de los juzgados, son mujeres. Así se desprende de los datos facilitados a Mediterráneo por la Conselleria de Justicia y Administraciones Públicas que, además, evidencian que la mayor parte de estos casos corresponde a violencia doméstica y de género.

De esta forma, de los 1.114 ciudadanos que acudieron durante el 2008 por primera vez a esta oficina, abierta en el 2004, un total de 443 --el 40%-- eran víctimas de violencia machista. E incluso se recibieron y tramitaron 206 órdenes de protección.

A las primeras visitas registradas el pasado año hay que sumar otros 2.627 seguimientos de casos que se arrastraban de ejercicios anteriores y 541 consultas telefónicas, lo que eleva el volumen de trabajo de esta oficina a 4.282 casos. Una cifra que se mantiene en niveles similares a los de otros años, a excepción del ejercicio 2006, en el se superaron las 5.000 atenciones.

La consellera de Justicia y Administraciones Públicas, Paula Sánchez de León, hace hincapié en "el esfuerzo de la Generalitat en atender a las víctimas del delito por mandato jurídico, por exigencia moral y por garantía de la seguridad de los derechos de todos los ciudadanos".

TRATO. Sánchez de León, en declaraciones a este rotativo, destaca el "marcado carácter social y de proximidad con las personas, de resolución de problemas y atención a los ciudadanos" que mantiene la oficina abierta en Vila-real el 1 de junio del 2004.

Según explica la consellera, la creación de este tipo de servicios es consecuencia de "un gran cambio cultural en la percepción de la violencia y del derecho penal. Hoy sabemos que son compatibles y que la necesaria función de reinserción que supone la acción sobre el delincuente no puede pasar por encima de la privilegiada atención o del cuidadoso afecto que merecen todas las víctimas del delito".