De rotundo éxito puede calificarse el papel que desarrolla la Unidad de Mediación que se creó en el seno de la Policía Local de Vila-real en el año 2003.

De hecho, según los datos genéricos del pasado ejercicio, los agentes que se encargan de este departamento policial intervinieron en un total de 116 conflictos entre vecinos, que se saldaron con con solo cuatro casos no satisfactorios, frente a los 112 que se resolvieron con un acuerdo entre las partes, lo que supone un 98% de efectividad.

Y muestra del interés que despierta este servicio, del que Vila-real es pionero en la Comunitat, es la importante afluencia de agentes --más de 50-- al cursillo que ayer impartió sobre este asunto el profesor de la UJI Miguel Ángel Gimeno, psicólogo y experto en técnicas de mediación y comunicación personal.

De los tres apartados en los que se divide la acción de la Unidad de Mediación Policial, el relativo a los conflictos rurales ocupa tres cuartas partes del total, con 76 casos. "Los problemas más habituales que se presentan son los relativos a lindes de parcelas", explica la oficial Rosana Gallardo, responsable del área.

Mientras, los ladridos de perros o los ruidos generados por música a un alto volumen, persianas de cocheras o motores de aire acondicionado son motivos por los que, muchos vecinos, buscan la ayuda de la Policía Local en el capítulo de problemas en el interior del casco urbano.

"El caso más curioso fue el de unos jóvenes que se reunían en una cochera y causaban molestias a unos vecinos que acababan de ser padres. El asunto se cerró fijando unos horarios pactados por ambas partes", explica el intendente Ramón Martínez.

Y en el apartado de mediación escolar, solo uno de los siete conflictos en los que se intervino quedó sin solucionar con la gestión de los agentes del orden.