El Ayuntamiento de Vila-real ha conseguido reducir en un 30% el consumo eléctrico derivado del alumbrado público y del gasto en edificios municipales, después de completarse el Plan 700, una iniciativa encaminada a sustituir buena parte de las antiguas luminarias con bombillas de incandescencia por otras de vapor de sodio que, según los técnicos, mejoran el rendimiento y la eficiencia energética.

Así se desprende de un informe elaborado por el departamento de Gestió d´Obres i Manteniment (GDOS), elaborado como consecuencia del programa municipal para colocar en todas las vías públicas y plazas de la ciudad alumbrado público con un menor consumo de energía y, a su vez, con una contaminación lumínica muy inferior a la generada con anterioridad.

Además, según ha apuntado el concejal del área, Ramón Tomás, el proyecto de sustitución de luminarias "continúa realizándose en la actualidad, en el marco de varias de las obras de mejora de calles que se financian con cargo a los fondos estatales de inversión local, así como también en otras que se llevarán a cabo con la aportación económica del Plan Camps".

El Plan 700, para la renovación del alumbrado público de la ciudad, se acomete desde el año 2005 y supone un ahorro de unos 140.000 euros anuales en consumo eléctrico, si bien hasta ahora se ha efectuado una importante inversión que ronda los 1,5 millones de euros, en su mayor parte destinada al cambio de luminarias, pero también a sustituir los cuadros de mandos que, de forma automatizada, permiten mejorar el rendimiento de las farolas de la ciudad, al tiempo que facilitan la localización de averías y reducen el tiempo dedicado a repararlas.