La corporación municipal de Vila-real aprobó ayer en el pleno modificar la ordenanza de tráfico, circulación y seguridad vial, prohibiendo la venta irregular de coches en la vía pública, por lo que la policía multará a los propietarios de los vehículos que tengan carteles de se vende y estén estacionados en la calle.

Solo los concejales populares apoyaron esta modificación, y es que, tanto para el PSOE como para el Bloc, la ciudad de Vila-real es lo suficientemente grande como para poder gestionar el cobro de las multas de tráfico --otro de los puntos que incluye esta ordenanza--, y que según explicó ayer el portavoz del equipo de gobierno, Ignasi Clausell, "pasará a gestionar la Diputación Provincial este verano".

Esta modificación también contempla que los conductores con movilidad reducida tendrán facilidades a la hora de obtener una plaza de aparcamiento.

Por otra parte, el equipo de gobierno rechazó una moción presentada por el Bloc y apoyada por el PSOE, en la que los nacionalistas solicitaban el apoyo del consistorio a la huelga convocada por la Plataforma en Defensa de l´Ensenyament Públic para hoy, según Clausell, "porque es una iniciativa totalitarista".