El alcalde de Vila-real, Juan José Rubert, ha asegurado que el propósito del equipo de gobierno es abrir el jardín de las dominicas para el uso de los ciudadanos antes de finalizar el año. “Me gusta ser prudente en cuanto a dar plazos, pero si no se complican las cosas lo que queda de año sería un buen horizonte temporal para derribar el muro y acometer la adecuación de esta zona verde para disfrute de todos los vila-realenses”, explica el primer edil.

Además, Rubert informa que “en estos momentos se están preparando las escrituras para que la manzana entera, con el jardín y el convento de las dominicas, pase a ser de propiedad municipal, que se firmarán a finales de este mes o principios de julio”.

A este respecto, el munícipe insiste en el hecho “histórico” que supone la adquisición de este inmueble, que acogerá en un futuro próximo el museo vila-realense de Semana Santa, un proyecto que se financiará con el plan Confianza. Las autoridades locales confían en que puedan comenzar las obras del mismo en esta legislatura.

El pleno aprobó semanas atrás una partida de 1,2 millones de euros para formalizar la compra. Cantidad a la que se sumará la permuta de solares municipales que, según explicó Rubert, “todavía están concretándose, pero que de lejos ni siquiera cubrirán el valor real que tiene esta manzana”, y que los técnicos calculan en nueve millones de euros.

Como ya publicó Mediterráneo a principios de este mes de junio, el derribo del muro que rodea el antiguo huerto del convento del Corpus Christi se producirá de una manera mucho más rápida que el inicio de los trabajos de adecuación del edificio para convertirlo en museo de Semana Santa. Y es que las autoridades locales afirman que se trata de un proceso “muy delicado”, por cuanto es un edificio cuya última remodelación se efectuó hace medio siglo, con la llegada de las religiosas dominicas desde su anterior convento en lo que ahora es la plaza Major, pero que data de la época fundacional, cuando Jaume I, un año después de otorgar la Carta Pobla a Vila-real, ordena la construcción de un hospital que, en el momento de su clausura como tal a mediados del siglo XX, era el centro sanitario en uso más antiguo de Europa.

Es por ello que especialistas consultados por este rotativo consideran “muy probable” hallar elementos arquitectónicos de época antigua que obligarían a ralentizar las obras. Incluso no se descarta que se lleve a cabo un estudio y catas previas antes de acometer la reforma del recinto.

Rubert insiste, en respuesta a las críticas de la oposición por invertir 1,2 millones en este edificio en tiempo de recortes presupuestarios, que la creación del museo de Semana Santa “es un compromiso electoral de este alcalde y del equipo de gobierno”. H