Es unánime. Vila-real y les Alqueries exigen al Gobierno central que ejecute la variante de la carretera N-340 y alejarla de sus cascos urbanos. Y es que ambas localidades ven en esta vía una de sus principales fuentes de problemas, ya que ocasiona molestias y accidentes. El último se produjo el martes en les Alqueries y se saldó con una víctima mortal.

En el caso vila-realense, además del peligro que supone el vial, el Ministerio de Medio Ambiente ha admitido en un informe que es el punto que más ruidos genera en la localidad y recomienda trasladarla del núcleo poblacional.

Así, el alcalde de funciones de Vila-real, Ramón Tomás, aseguró ayer que “la variante es necesaria e imprescindible porque el actual vial es altamente peligroso”. Además, incidió en que “sin el desdoblamiento se dificulta la ampliación urbanística y desarrollar el PAI Solaes, ya que desde la Dirección General de Carreteras nos están poniendo trabas”.

Por otro lado, Tomás aseveró que “son terribles los recortes que ha efectuado en infraestructuras el Gobierno y que afectan a la N-340, por ello exigimos que se busque una solución definitiva”.

Por su parte, la alcaldesa del municipio vecino, Consuelo Sanz, indicó que “nuestra localidad también existe y se tienen que acordar que nosotros no solo de otros tramos de la nacional. Estamos hartos de reivindicar ante Fomento que resuelva el tema”. Además, la munícipe recordó que “el Ayuntamiento y los de Vila-real y Burriana, ya ha cumplido con sus deberes y ha reservado zonas para el desvío”.

Y es que el consistorio está preocupado por “la constante peligrosidad en la zona”. El concejal de Urbanismo, Javier Muñoz, señaló que “en el enclave del accidente hay proyectado un desdoblamiento de cuatro carriles, pero por lo que se ve habrá que esperar para que esta infraestructura necesaria sea una realidad”.

El otro gran problema que denuncia Vila-real es el impacto sonoro de la vía. Tal y como informó ayer Mediterráneo, el nuevo plan acústico municipal refleja que el punto más conflictivo es el vial, e incluso recomienda su traslado fuera del casco urbano, según un informe elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente.