El concejal de Urbanismo de Vila-real, Alfredo Sanz, apura los plazos para que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) sea una realidad “a lo largo del próximo año aunque, si puede ser, queremos tener el documento listo para antes de las elecciones municipales”.

Y es que la compleja tramitación de esta iniciativa obligará a demorar en torno a 12 meses la aprobación del programa urbanístico que, en principio, tenía que hacerse efectivo en 2010.

En cualquier caso, el edil Sanz tiene como objetivo llevar al pleno de la corporación municipal, y antes de que finalice el presente ejercicio, la documentación relativa a la fase ambiental del programa que marcará el desarrollo futuro de la ciudad de Vila-real.

“En estos momentos, se está trabajando de forma intensa y, en breve, se sacará a contratación la asistencia técnica para materializar todos los documentos”, explica el concejal popular.

Sanz afirma que el futuro PGOU seguirá las líneas generales que se establecieron en el concierto previo, que se preveía para una ciudad de 100.000 habitantes.

Además, se mantiene el crecimiento del casco urbano hacia el este, para lo cual se requiere eliminar el obstáculo que supondrá el trazado de la N-340, con la creación de un nudo de comunicaciones que, como han reiterado en diversas ocasiones las autoridades vila-realenses, asuma los trazados de la carretera de titularidad estatal y de la actual vía férrea y la futura del AVE. H