Una de las cuestiones que mayor debate ha suscitado entre el equipo de gobierno del PP y los socialistas --en la oposición-- es el relacionado con el derribo o mantenimiento del muro de tres metros de altura que cierra el jardín anexo al convento de las religiosas dominicas. Así, mientras los populares apuestan por derruir el mismo para que se convierta en una zona de ocio abierta a la ciudadanía, desde el PSPV-PSOE defienden su conservación, con el objeto de mantener el espíritu de quietud y recogimiento de los que podrían disfrutar los vecinos; e incluso opinan que podría ser escenario de actuaciones de música clásica. Asimismo, el consistorio pretende convertir el convento en un museo de Semana Santa.