La Fira de Santa Caterina de Vila-real ya es Fiesta de Interés Turístico Provincial, después de que el Diari Oficial de la Comunitat (DOCV) publicara ayer la resolución emitida en este sentido por la Conselleria de Turismo.

La declaración supone un nuevo paso para la promoción de una de las celebraciones más antiguo y con mayor arraigo del municipio y ampliamente conocida en la localidades del entorno.

La concejala vila-realense del área, Ana Martín, se ha mostrado “muy satisfecha” por esta nueva denominación, que se suma a la también provincial de la Semana Santa, y a la local del Festival Internacional de Teatre de Carrer.

“A partir de ahora, lo que se va a hacer desde el Ayuntamiento es llevar nuestra fiesta de Santa Caterina a todas las ferias de turismo en las que asistamos, a la vez que el evento también se promocionará en las diversas campañas que se realicen fuera de Vila-real, con el objetivo de que sea motivo de atracción para los visitantes”, señala la concejala Martín.

En cualquier caso, la edila no descarta que en el futuro se solicite la consideración de la Fira de Santa Caterina como Fiesta de Interés Turístico Autonómico, aunque asegura que “primero tenemos que reunirnos con la Conselleria para ver las posibilidades que hay para que conceda a esta celebración esa calificación”.

De lo que sí que se muestra convencida Martín es del beneficio económico que este tipo de títulos aportan a la ciudad, en especial, “por cuanto sirven como generadores de negocio para la hostelería de la ciudad”.

Y es que, según apunta la responsable vila-realense de este área, el turismo del municipio “tiene como pilares fundamentales la gastronomía, los eventos religiosos, como la Semana Santa; y los de carácter deportivo y cultural, como las visitas derivadas de los partidos en casa del Villarreal CF o el Festival de Teatre de Carrer y, ahora, Santa Caterina”.

Precisamente, este último festejo tiene su origen en la misma fundación de Vila-real, en 1274, cuando Jaume I otorgó el privilegio a la nueva villa de celebrar una feria anual que, en sus inicios, tenía una duración de nueve o diez días. Aun así, no fue hasta el año 1604 cuando el Consell de la localidad decreta que Santa Caterina sea festejada cada año, a perpetuidad. En torno a la celebración se han generado costumbres que enriquecen la fiesta. H