El mercado ambulante de Vila-real podría ocupar por primera vez parte de la plaza Major y las calles adyacentes si finalmente se ratifica su traslado al centro. Así lo avanzó ayer el concejal de Comercio y Promoción Económica, Pasqual Batalla, puntualizando que “todavía estoy reuniéndome con los afectados -comerciantes, vendedores ambulantes, vecinos y responsables de la Pymec- para tomar una decisión consensuada que vele por el interés general”. Estos encuentros tendrán lugar en los próximos meses, “por lo que el traslado no se podrá hacer efectivo en ningún caso antes del mes de septiembre”, avanzó.

No obstante, el cuatripartito tiene claras las líneas generales del proyecto de traslado de un mercado que “no tendrá nada que ver con el que había antes”. Así, junto a la ubicación definitiva que están estudiando por las calles céntricas -incluida la plaza Major-, están perfilando otras acciones, como que “la zona donde se monte esté vigilada, que las paradas no tapen ningún comercio, que se respeten los derechos adquiridos de propietarios de locales como los de restauración y se deje el espacio suficiente para las terrazas, que se interrumpa lo mínimo posible el tránsito rodado, que se establezca una hora de carga y descarga, y una área para aparcar los transportes, además de establecer la obligación de que todo esté limpio poco después de que se recojan las paradas”. Batalla avanzó estas ideas a la espera de redefinirlas con los afectados.

Por otra parte, el edil de Promoción Económica se refirió al mercado central, con cuyos responsables ha concertado una entrevista para las próximas semanas.

PALAU DE JUSTÍCIA

En este sentido, recordó que la paralización de las obras del Palau de Justícia impide el traslado de los juzgados que en la actualidad ocupan parte del edificio donde está instalado el mercado central. Cuando el cambio se pueda hacer efectivo, “que esperamos que sea lo antes posible”, apuntó, el inmueble quedará libre para poder hacer una reforma integral del mercado y darle el toque de modernidad y el impulso definitivo para que vuelva a ser un referente comercial, ya que la tónica de los últimos años ha sido cerrar puestos por falta de rentabilidad.