Hasta hace poco, refiriéndonos a la Generalitat de Catalunya, hablábamos del tripartito. Ahora, a nivel local, es necesario hablar del cuatripartito, porque cuatro formaciones políticas han aprovechado las posibilidades de elasticidad que permite la ley electoral y han puesto en su lugar un acuerdo en común: esto se traduce en la alcaldía y los principales mandos municipales.

Uno desea que todo sea para un mayor beneficio local en todos los aspectos y que aquellas cosas que están pendientes o que hay que hacer se realicen de una forma definitiva y también que la cordialidad sea la realidad cotidiana entre la autoridad y el pueblo llano.

Con este ajuntamiento de cuatro formaciones políticas, espero y deseo, que no se haga realidad lo que dice el refranero: “Per la junta se’n ix l’aigua”. Es necesario la unión política en los cuatros grupos para poder realizar las tareas.

No sé si esto es una utopía o va a ser realidad, porque si cada uno trata de ejercer presión sobre los otros por su ideología puede que el que más votos tenga se lleve el agua a su molino, cosa que no sería de agrado. Lo que sea en beneficio del pueblo hay que respetarlo. Y es lo que deseo, el beneficio para Vila-real. H