El alcalde de Vila-real, José Benlloch, ha anunciado la intención del equipo de gobierno cuatripartito de reforzar la patrulla rural de la Policía Local, así como también la de proximidad o de barrio, con el objetivo de incrementar la seguridad, tanto en la amplia zona agraria del término municipal como en el casco urbano.

Así se le ha planteado a los responsables del cuerpo policial vila-realense, así como al subdelegado del Gobierno en Castellón, Antonio Lorenzo, quien estará presente a mediados del próximo mes de julio en Vila-real para asistir a la primera junta de seguridad conjunta de la Policía Local y del Cuerpo Nacional de Policía que no se celebra desde el 2009.

Según apunta el primer edil, la intención del ejecutivo local es recuperar este tipo de reuniones y convocarlas, al menos, con carácter semestral. En el más inmediato de los encuentros, se abordarán dos de las principales cuestiones que, en esta materia, preocupan al equipo de lidera Benlloch: la seguridad en el campo y la policía de proximidad.

“Creemos que la Junta Local de Seguridad es un órgano muy importante porque posibilita coordinar las fuerzas que operan en la ciudad para mejorar la lucha contra la delincuencia y permite que los ciudadanos nos sintamos más seguros”, explica el alcalde, quien citará a las partes para la tercera semana de julio.

En la reunión, en la que también se abordará el dispositivo de seguridad para las fiestas de la Mare de Déu de Gràcia, en septiembre, se hará especial hincapié en la vigilancia del término municipal. “Estamos muy preocupados por los robos en el campo; cada vez son más los vecinos que optan por vivir todo el año en zonas de masets y se encuentran en una situación de indefensión, además de aquellos que tienen plantaciones”, apunta la máxima autoridad vila-realense.

Precisamente, la convocatoria de la Junta Local de Seguridad fue uno de los asuntos que planteó Benlloch en su primera reunión como alcalde --el martes-- con el subdelegado del Gobierno.

En la entrevista con Lorenzo, el munícipe aprovechó para plantear a este otras cuestiones, cuyo desarrollo dependen del Gobierno central. Es el caso de las obras de adecuación y mejora de la accesibilidad de la estación de Renfe, que Adif ha anunciado que iniciará en la primera quincena de julio, para las que Benlloch reclama que se priorice la contratación de empresas locales en la ejecución de los trabajos.

Asimismo, el alcalde también sugirió la posibilidad de deshomologar la carretera N-340 a su pado por la futura área comercial Espai Vila-real. “Cuando se urbanice la zona y tengamos el paso a desnivel, la rotonda que se construirá a la salida a les Alqueries y la ronda suroeste, podría desviarse el tráfico por la ronda y conectar con la CV-20 para dar salida hacia el norte, de manera que la carretera podría convertirse casi en una circunvalación local”, con restricciones de velocidad y de paso de vehículos pesados.