El Ayuntamiento de Vila-real ampliará en unos 30 años --en vez de los 10 previstos hasta ahora-- la vida útil del cementerio municipal con la puesta en marcha de un plan con el que se prevé construir casi 3.000 nuevos nichos.

Así lo ha informado la concejala del área, Rosario Royo, quien explica que el principal objetivo del equipo de gobierno es “recuperar” todo el muro perimetral del camposanto, en el que existen cientos de sepulturas de principios del siglo XX, muchas de las cuales están sin uso o totalmente abandonadas, a la vez que presentan un importante deterioro en la mayoría de los casos.

El plan que presenta Royo --que deberá consensuarse con los propietarios de los nichos que todavía se cuidan y mantienen-- pasa por trasladar los restos “a tumbas que se habiliten en un lugar especial, conservando las lápidas a modo de museo, porque hay algunas que son significativas y que datan, incluso, de finales del siglo XIX”. Una vez completado el desplazamiento con la autorización de las familias se procedería a realizar una cantidad próxima a los 3.000 nichos de nueva construcción, lo que permitiría garantizar espacio suficiente para enterramientos de ciudadanos en las próximas tres décadas.

La medida evitaría tener que abrir en los próximos años el nuevo cementerio previsto por el anterior equipo de gobierno en el camino Miralcamp que, además, supondría duplicar el coste para las arcas municipales del mantenimiento de este tipo de infraestructuras, al contar con dos recintos de estas características.

Royo insiste en que esta es la última fase de un plan que se iniciará con la finalización de una nueva isla de nichos y con el arreglo del techado de algunas manzanas, que generarán espacio suficiente para unos 10 años.

En la actualidad, la cifra de sepulturas libres en el camposanto vila-realense supera el millar, incluidos los columbarios. A ello se suma, según explica la concejala del área, que “cada vez, aunque poco a poco, hay más gente que opta por la incineración o por inhumar a sus seres queridos en un mismo nicho, junto a otros familiares”. En este sentido, Royo indica que la media de enterramientos en el camposanto local ronda los 350 anuales. “Nuestro principal objetivo es cuidar el recinto que ahora tenemos”, dice. H