Más de la mitad de los dueños de los puestos de venta que se instalan en el mercado ambulante de Vila-real, que se celebra los miércoles y los sábados, ha plasmado su firma en un documento que ya se ha entregado en el registro del ayuntamiento, en el que reclaman que el traslado de las paradas se realice en un único emplazamiento y no “esparciéndolas aleatoriamente” en cuatro emplazamientos distintos en el centro urbano y toda la calle Cardenal Tarancón.

En total son 135 vendedores los que muestran su rechazo a ubicar sus puestos en espacios distintos. “No estamos en contra del traslado del mercado sino de que se nos separe, ya que queremos que las paradas de ropa y las de frutas y verduras estén en un único lugar o muy próximas y no como está previsto en la nueva ordenanza, en la que las primeras estarán en cuatro o cinco sitios distintos y las segundas, en la calle Cardenal Tarancón, a 20 minutos de aquellas”, dicen.

Una posibilidad que descarta el concejal de Fomento Económico, Pasqual Batalla, por cuanto, como ayer publicó Mediterráneo, “las dificultades de espacio, por lo que ya les dije que había dos opciones: mantener las dos secciones juntas en el actual emplazamiento o llevarlas al casco urbano, lo que conlleva que, como ha ocurrido siempre, no puedan estar juntos la comida y la ropa”.

Sin embargo, los ambulantes consideran que sí que hay vías urbanas con capacidad suficiente como para dar cabida a los algo más de 200 puestos que actualmente se instalan los sábados en el párking público existente en la entrada sur a Vila-real, junto a Carrefour. En este sentido, apuntan a la calle Josep Ramon Batalla (Barranquet) para la sección de ropa y complementos, a pocos metros de las paradas de alimentación, en la calle Cardenal Tarancón.

“Todos estamos sufriendo las consecuencias de la crisis y es deber de todos luchar conjuntamente para superarla”, afirman en el documento avalado por 135 comerciantes no sedentarios. Y añaden que “no somos mercancía de nadie”, al tiempo que insisten en que “un mercado diseccionado solo causaría perjuicio económico, molestias vecinales y ningún beneficio al comercio”. H