El alcalde en funciones y concejal de Fomento Económico de Vila-real, Pasqual Batalla, avala la seguridad y la limpieza adecuadas en todo el recinto del mercado ambulante, una vez este se traslade al centro de la ciudad, el de la ropa y complementos; y a la avenida Cardenal Tarancón, el de los puestos de frutas y verduras.

Y es que estos son de los dos aspectos que más preocupan a vendedores y vecinos de la zona y que, junto al tráfico de vehículos y el aparcamiento, son los temas más cuestionados en las 411 alegaciones que, tal y como informó Batalla, se presentaron hasta ayer, dentro del periodo de exposición al público de la ordenanza de venta no sedentaria que finaliza precisamente hoy.

Del total de alegaciones, 305 corresponden a las de los vendedores ambulantes y otras 74 a las de los residentes en las áreas en las que se prevé implantar el mercado, en torno a las calles peatonales del centro urbano. El resto se reparten entre ciudadanos, entidades profesionales e, incluso, del consejo escolar y la AMPA del colegio de la Consolación.

ADMISIÓN // Batalla afirma que “se admitirán aquellas alegaciones que puedan ser aceptadas”, de acuerdo con los informes que realicen los técnicos locales.

En cualquier caso, el edil asegura que, pese al volumen de argumentos que ponen en cuestión el traslado del mercado, las presentadas por los ambulantes “son todas exactamente iguales y lo único que cambia es el nombre y la firma; y de igual modo pasa con las de los vecinos”. Es por ello que considera que la entrada en vigor de la ordenanza se prevé para los primeros meses del 2012.

Asimismo, Batalla asevera que la nueva normativa “se ha redactado hablando con todos los sectores afectados, siempre pensando en el interés general y con arreglo a la legalidad”. H