Pese a la crisis del mercado inmobiliario y en vistas a una recuperación a medio plazo del sector, los promotores de la urbanización del PAI de la Bassa d’Insa, uno de los más importantes en superficie de cuantos se han presentado en los últimos años en Vila-real, no abandonan el proyecto y afirman que el proceso de reparcelación se iniciará inmediatamente después de que se apruebe definitivamente el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que, en principio, prevé asumir el desarrollo de esta zona, delimitada por la calle Miralcamp, la avenida Alemanya, la Ciudad Deportiva del Villarreal CF y la papelera Clariana.

Así lo indicaron fuentes de la empresa GyC, propietaria del 95% de los terrenos de la Bassa d’Insa en el momento en el que se aceptó la propuesta de la mercantil, la única que se presentó al concurso público.

Mientras, desde el Ayuntamiento, el concejal de Urbanismo, Emilio Obiol, señaló que, por el momento, el proyecto está “completamente parado” y aseguró que los impulsores del mismo todavía no se han reunido con los responsables municipales para avanzar en el proceso a seguir para el desarrollo del solar.

Un desarrollo que acabaría con las molestias que se derivan del recinto, en el que en diversas ocasiones se han generado plagas de insectos que han causado una auténtica problemática a los vecinos que residen en las viviendas anexas al solar, que ocupa una superficie de casi 100.000 m2.

La urbanización de la Bassa d’Insa se encuentra en stand by desde que el pleno de la corporación municipal de Vila-real aprobase el proyecto en noviembre del 2009, con los votos a favor del entonces equipo de gobierno popular y la abstención de los grupos en la oposición, PSPV y Bloc.

Fuentes de la promotora explican a este rotativo que, a diferencia de otros programas que sí han modificado los usos para pasarlos de residenciales a comerciales, en este caso se prevé mantener el plan inicial, que contempla la edificación de alrededor de 820 viviendas, distribuidas en unifamiliares y bloques de pisos.