El Madrid, pese a empatar, tuvo muy mal perder. Tras las tablas entre el Submarino y el conjunto blanco, unido a las cinco expulsiones del bando merengue (Ramos, Özil, Pepe, Mourinho y Rui Faria), el líder no hizo gala de su presunto señorío. Encabezados por Jose Mourinho y Cristiano Ronaldo, los de la capital de España la montaron en la zona de vestuarios una vez terminó un choque. Su actitud barriobajera quedó muy por debajo incluso que la de un equipo de regional.

La falta que supone el tanto del empate, según la versión blanca, origina todo el escándalo posterior. Por orden del club y de Mou, el Madrid plantó a medios de comunicación y aficionados, ya que se decidió no acudir a sala de prensa ni hablar en zona mixta.

TÁNGANA EN VESTUARIOS // Pero el plante no fue lo peor. El Real perdió los papeles y tanto jugadores como asistentes de Mou montaron una tángana que quedó reflejada en el acta, ya que no solo se increpó al colegiado, Paradas Romero, si no se acusó de robo y se intentó provocar a los jugadores y directivos amarillos. Nada más terminar el choque, cuando Paradas Romero y sus asistentes intentaban entrar en la caseta arbitral, Pepe le frenó el paso y les dijo, como el trencilla reflejó en el acta: “Vaya atraco, hijos de puta”. Una frase que le costó la expulsión al central portugués.

Pero ahí no terminó el show del Madrid. Ronaldo encabezó una serie de intentos de provocación a futbolistas del Submarino, e incluso delante de Fernando Roig y Llaneza se quitó la camiseta y con actitud chulesca gritó: “Esto es de vergüenza, no es fútbol profesional”. Los futbolistas del Villarreal no entraron al trapo mientras escucharon las provocaciones de sus homólogos merengues.

Y para colmo, hubo un intento de Karanka, Rui Faria y otros técnicos blancos de entrar en la zona arbitral, circunstancia que le costó la expulsión al citado Rui Faria. Y la pregunta es... ¿de qué se quejaba el Madrid, del penalti no pitado a Nilmar, de la expulsión perdonada a Lass?...