La corporación municipal de Vila-real aprobó ayer, en sesión plenaria de carácter extraordinario, los fundamentos del plan de ajuste que exige el Gobierno central para garantizar que el consistorio pueda devolver en 10 años los 2,2 millones de euros que prestará para actualizar el pago a proveedores a fecha del pasado 31 de diciembre del 2011.

Según explicó el concejal de Hacienda, Javier Serralvo, “se aplicarán subidas en tasas, especialmente en el área de Deportes, así como algunas en Cultura y en la Universitat Popular”, con el objetivo de recaudar los 288.000 euros anuales que se calcula que son necesarios para afrontar los pagos que correspondan cada ejercicio en amortización e intereses. Cantidades que, al final el periodo de 10 años, se prevé que asciendan a unos tres millones.

Serralvo recuerda que este procedimiento, “no sería necesario”, si la Generalitat pagara lo que debe al Ayuntamiento por la nueva biblioteca (2,2 millones), guardias rurales (121.000 euros) o prestaciones en materia de Servicios Sociales, algo por lo que el Consell acumula una deuda de en torno a 500.000 euros.

El edil de Hacienda insiste en que el cuatripartito ha reducido en 4,5 millones de euros el importe de las facturas que se debían a proveedores por parte del anterior ejecutivo local. H