Paquito, Benito Floro, Víctor Muñoz, Manuel Pellegrini... Los entrenadores que han ido ocupando el banquillo del Villarreal durante buena parte de su historia en Primera División se caracterizaron por una filosofía, un sello que distinguía al Submarino en el planeta fútbol. La última temporada, tras los malos resultados cosechados por Garrido y Molina, el club cambió su apuesta, viró el rumbo del equipo y eligió a Lotina, más defensivo que sus predecesores. El tiempo ha demostrado que esta elección fue errónea y por ello desde las oficinas de la Ciudad Deportiva se está rastreando el mercado en busca de un técnico que garantice la continuidad del sello Villarreal.

El banquillo del Submarino aún no tiene dueño, pero sí hay dos cosas que están claras en el club. La primera es que no seguirá Lotina; el propio técnico ya se despidió la pasada semana y se disculpó por un descenso de categoría del que tiene una parte de responsabilidad. La segunda, que el recambio del vizcaíno no tendrá nada que ver con él. La llegada de Lotina supuso una ruptura en la trayectoria de un equipo que siempre se caracterizó por un fútbol atractivo, alegre y ofensivo; y visto lo visto, se volverá a recuperar la marca Villarreal; esa que situó al club en los altares futbolísticos de media Europa.

Desde las categorías inferiores, el estilo del Villarreal es el mismo: Se juega la pelota desde el portero, los laterales tienen que doblar continuamente a los interiores, los centrales deben saber sacar el balón jugado, los mediocentros tienen que tener una vocación más creativa que defensiva...

El primer equipo continuará la próxima temporada con esta doctrina, como hace actualmente el filial. La era Lotina pasará a ser así solo un traumático paréntesis.

DECLARACIÓN DE INTENCIONES // El propio Fernando Roig reconoció el pasado sábado en Mediterráneo que “el club no busca un especialista en ascensos. Hay que volver a nuestra filosofía, jugar bien y, a partir de ahí, a ganar”.

Con estos mimbres, parece obvio que en la búsqueda del entrenador primará que sea un técnico ofensivo y que sea consciente del potencial de la nave que tendrá entre manos. Simplemente con la renovación de Marcos Senna, con los futbolistas que continuarán y con los jóvenes talentos que subirán del filial, el Villarreal será a buen seguro el primer candidato al ascenso y el equipo tiene que hacerlo ver desde la primera jornada. Para ello, la entidad no busca un técnico que especule o busque el contragolpe, sino un preparador que vaya a por el partido desde el minuto 1, como ha sido tradición en el Submarino.

EL PESO DE LA CANTERA // Otro de los factores que primará en la elección del entrenador será el de la apuesta por el fútbol base. Con el potencial que existe en el Villarreal B, sumado al talento con el que cuenta el club en las categorías inferiores --esta misma temporada han debutado con éxito en Segunda A jugadores como Trigueros, Moi Gómez, Íñiguez, Juanto...--, en las oficinas de la Ciudad Deportiva se va primar más si cabe la presencia de canteranos en el primer equipo y el entrenador debe saber exprimir la ambición de los más jóvenes.

El Villarreal quiere demostrar la próxima temporada que no está reñido jugar bien con la categoría y se quiere asegurar este objetivo con la elección del técnico. Los jugadores ya los tiene y la afición también ha demostrado que cuenta con buen paladar.