La Policía Local insta a los agricultores y vecinos de Vila-real a que denuncien los crecientes casos de bandas búlgaras residentes en Huesca que esquilman los caracoles de la Plana, tal como informó ayer Mediterráneo. Y es que, aunque la labor de los agentes resulta imprescindible para acabar con un tipo de delito que causa grabes destrozos en los ribazos de los huertos, muchos de los propietarios tienen miedo de elevar la denuncia a la comisaría de la Policía Nacional por miedo a las represalias que puedan sufrir.

El concejal de Seguridad Ciudadana, Javier Serralvo, se suma a la petición de instar a los vila-realenses a “que avisen en el momento en el que vean a alguna persona sospechosa en las inmediaciones del término”, y destacó “la gran labor de coordinación que existe entre la Policía Local y la Nacional”. De hecho, según constató el edil, “en los último meses se ha incidido en el incremento de la vigilancia en la zona para evitar más robos como los sucedidos”.

Según fuentes policiales, estas prácticas delictivas van en aumento. De hecho, la policía vila-realense identificó a 77 personas, la mayoría de ellas de origen búlgaro y residentes en Huesca, y puso un total de 47 denuncias en el 2011, nueve más que el año anterior, en el que hubo 38; mientras que solo en los cinco primeros meses del presente 2012, los agentes ya han registrado 36 expedientes sancionadores.

Los vecinos afectados se quejan de los destrozos que sufren en sus fincas cuando son saqueadas por los grupos de caracoleros, ya que terminan con meses de trabajo artesanal, en el caso de las protecciones de piedra que separan los huertos.

Según constataron las mismas fuentes, cada vez se detectan más caracoleros “debido a que la baba de los ejemplares de la Plana es muy buena, y la mayoría de los delincuentes proviene de pequeños municipios cercanos a Huesca, donde hay un laboratorio de cosméticos que trabaja con este tipo de gasterópodo”.

Por todo ello, los agricultores que trabajan en los naranjos, y también los vecinos que acuden de vez en cuando, están alerta de encontrarse con los intrusos.