El Ayuntamiento de Vila-real pondrá coto, a partir del próximo mes de junio, a las facturas fantasma y al extravío de recibos presentados por los proveedores en tiempo y forma adecuados. Lo anunció ayer el portavoz del equipo de gobierno cuatripartito y concejal de Hacienda, Javier Serralvo, quien informó de la puesta en marcha de un protocolo para la gestión de las facturas que generen las empresas que prestan sus servicios para el consistorio que, obligatoriamente, tendrán que pasar por el Registro Municipal. “Cualquier cargo que no siga este procedimiento, simplemente, no existirá”, aseveró.

De esta forma, “el documento se digitalizará y se pasará a Intervención, desde donde se enviará, siempre por vía telemática, a los departamentos correspondientes, donde los técnicos y el concejal delegado dispondrán de firma digital para autorizar los pagos”, señala el edil. “Y una vez que se haya comprobado que el servicio o los trabajos se han realizado se autorizará el abono de los mismos y se remitirá de nuevo a Intervención para que se reserve la correspondiente partida para liquidar el débito”, añade.

Y es que el objetivo del ejecutivo vila-realense es que desde el momento en que las empresas y proveedores presenten sus facturas no transcurran más de dos meses hasta que se haga efectivo el cobro de las mismas.

Serralvo recuerda que “cuando el actual equipo de gobierno tomó posesión, hace ahora un año, quedaban por pagar facturas por valor de 4,5 millones de euros, aunque después entraron otras que elevaron esa cifra a más de cinco. Y antes de acabar el 2011, y como consecuencia de una buena gestión, esa cifra se logró reducir a 2,2 millones”.

“El problema que hemos tenido durante este año ha sido que cada día había sorpresas en esta área, por la caótica gestión y el descontrol del anterior equipo de gobierno del PP”, asevera.

Cabe recordar que el cuatripartito ha frenado un primer paquete de facturas “dudosas”, por importe de 600.000 euros. H