La edición del 2012 de la Fira del Llibre puso ayer el cierre, con un exitoso balance en cuanto a cifra de visitantes y participantes en las diferentes actividades programadas como complemento a los puestos de venta, pero con una reducción en el porcentaje de compras de libros respecto a años anteriores, como consecuencia de la crisis. Sin embargo, los libreros han mostrado su satisfacción por el importante polo de atracción que han supuesto los actos complementarios para público de todas las edades. RD