Medio centenar de agricultores vila-realenses se dio cita ayer en el salón de actos de la antigua Cámara Agraria para analizar, en la reunión convocada conjuntamente por la Unió de Llauradors y Fepac, la crítica situación por la que atraviesan los productores locales de cítricos y las posibles medidas de presión a impulsar para defender sus intereses.

A este respecto, el responsable de cítricos en la junta local de la Unió en Vila-real, Miquel Vilalta, señaló a Mediterráneo que uno de los planteamientos fundamentales que vienen realizándose por parte de las organizaciones agrarias es “la necesidad de que la Administración plantee la obligatoriedad de realizar un contrato de compraventa de las naranjas, con un precio adecuado del producto, para que el agricultor pueda seguir cultivando”.

Una iniciativa que se defiende de forma conjunta desde los sindicatos hasta el extremo de que se plantea llevar a cabo “algún acto a nivel provincial antes de que se acabe definitivamente la actual campaña, con el fin de presionar a los políticos y que se elabore una legislación que tenga en cuenta a los productores”.

En cualquier caso, en el caso de Vila-real se ha acordado realizar una concentración en la plaza Major, con paella incluida, para la celebración de la cual todavía no se ha determinado la fecha. H