La Joventut Antoniana de Vila-real presta su ayuda de forma continuada a cerca de 600 personas, integrantes de 160 familias. Una cifra que multiplica por cinco las atenciones realizadas en el 2008.

Así se desprende del informe publicado por la entidad social y religiosa que ayer cerró sus fiestas anuales en honor a San Antonio de Padua, con una solemne eucaristía, en la que no faltó una amplia representación de la corporación vila-realense.

Tras la misa, cientos de antonianos --entre los que se encuentran los nuevos 28 miembros-- salieron en procesión por las calles Betxí, Tremedal, plaza de la Vila, Major, Raval del Carme y final en la parroquia, en el transcurso de la cual se interpretó el himno a cargo de la Unió Musical La Lira.

Y es que, la entidad se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la ciudad. La asociación sigue trabajando intensamente y ofreciendo apoyo a las personas que sufren la crisis o con menos oportunidades para cubrir las necesidades básicas, en un momento en el que aseguran que han notado un incremento de familias españolas necesitadas, con hipotecas o alquileres a los que no pueden hacer frente.

La organización utiliza los donativos de sus casi 1.900 asociados, así como las subvenciones que recibe --como las del Ayuntamiento-- para cubrir las carencias de otros. Así, en el 2011, Joventut Antoniana ha gestionado 58.552 euros, principalmente en alimentos de primera necesidad, productos para los bebés, recibos de luz, medicamentos, impuestos y clases de español, entre otros.

El presidente de la entidad, Jorge Andreu, explica que la prioridad es “la atención a los más necesitados con la ayuda de los asociados y de donaciones desinteresadas, así como con la celebración de actividades como la Cabalgata de Reyes, así como cursos y la formación como grupo cristiano que somos”. H