Finalmente, el pleno de la corporación municipal de Vila-real, reunido ayer en su sesión ordinaria correspondiente al mes de junio, culminó la revisión de los precios públicos y tasas que se abonan por los servicios que se prestan desde el Servei Municipal d’Esports, así como por el uso de las instalaciones deportivas propiedad de la ciudad.

La nueva ordenanza fiscal salió adelante con los votos a favor de los ediles del PSPV, Bloc, EUPV e Iniciativa; y en contra de los concejales del PP. La responsable del área, Silvia Gómez, justificó el incremento de los precios en la necesidad de incrementar la recaudación por este concepto para “seguir prestando estos servicios desde el Ayuntamiento”.

Y señaló que el actual equipo de gobierno cuatripartito “está por la labor de mantener este servicio público, mientras que el PP pretendía desmantelarlo con la privatización del mismo”. Y destacó el “lamentable estado” que presentaban las instalaciones deportivas cuando el cuatripartito asumió la gestión local.

MOCIÓN // Por su parte, el PP contraatacó presentando una moción para que se recuperasen las bonificaciones del 50% para “colectivos más desfavorecidos”.

A este respecto, el socialista Javier Serralvo calificó la propuesta de “demagógica” y recordó que en Vila-real, con la subida de precios, se pagarán 136 euros por ser socio del Servei d’Esports, “una cifra muy inferior a lo que se abona en otros municipios vecinos, como los 350 euros de Almassora o los 250 de Burriana”.

En cualquier caso, la edila Gómez recordó que, paralelamente al incremento de tasas, se acometerá un plan de mejora de las instalaciones deportivas “para dar a los ciudadanos un servicio ajustado y eficiente”. H