El Ayuntamiento de Vila-real, a través de las concejalías de Servicios Sociales y de Cultura, ha puesto en marcha un novedoso proyecto que, bajo el título de Cultura Crítica, pretende ser una ayuda más a colectivos con dificultades de reinserción social. En concreto, la iniciativa está desarrollándose con notable éxito entre los usuarios del centro de día de menores Espardenyers y también en grupos de drogodependientes, tanto adolescentes como adultos, del centro Lluís Alcanyís.

“Se trata de acercar el teatro crítico a cualquier colectivo, porque el área de Servicios Sociales no solo está para atender las necesidades básicas de las personas sino también para animar a los ciudadanos a sentirse útiles”, explica el concejal de Cultura, Alberto Ibáñez, quien presentó ayer el proyecto --que también se ha llevado a la asociación de discapacitados Acudim y a la Regidoria de la Dona-- junto a la edila de Servicios Sociales, Mònica Àlvaro; y el coordinador del programa, Marc Escrig.

Además, para finales de mayo del próximo año se preparan unas jornadas del denominado teatro del oprimido, en las que participarán compañías de toda España. “La cultura tiene que ser el motor del cambio y de la transformación social”, asevera Ibáñez. H