Vila-real celebró ayer una Nochevieja muy especial. La Associació Esportiva Cultural i d’Arts Marcials cambió las uvas por el desfile del león y el dragón por las calles del centro con motivo del Año Nuevo Chino, que reunió a decenas de personas que se encontraron el pasacalle por sorpresa.

El presidente de la entidad local, Rubén Solera, que encabezó la marcha, explicó que “este es el cuarto año que la comitiva sale a exhibir el arte marcial en la ciudad con la novedad de los ejercicios de taichí, que son espectaculares porque se muestra con movimientos lentos una técnica de lucha que invita a la relajación”.

Por su parte, la cara de los niños se iluminaba con el paso de las figuras mágicas que evocaban a los espíritus. “La Nochevieja en China no se celebra como aquí, sino que es un momento espiritual que se suele compartir con la familia”, detallaron los miembros de la agrupación deportiva.

“Me parece todo un espectáculo llamativo y lleno de color y no sabía que existía una asociación de artes marciales en Vila-real”, explicaba una vecina que tomaba un aperitivo en las terrazas de la Vila.

La culminación de la celebración vila-realense se hará esta noche en un conocido restaurante chino de la localidad, al que también han invitado a compañeros de Valencia “para hacer más grande la fiesta”.

Los propietarios del establecimiento hostelero han preparado como plato principal para el ágape de esta noche el suculento pato, tal como manda la tradición oriental. H