La corporación local de Vila-real aprobó ayer acogerse a las nuevas condiciones marcadas por el Gobierno central para el plan de pago a proveedores al que accedió el consistorio en el 2012 para hacer frente al abono de facturas pendientes de la anterior legislatura.

De esta forma, el ejecutivo cuatripartito votó favorablemente -el PP se abstuvo- a dejar en el 3,94% el interés marcado por el Gobierno, pese a que el concejal de Hacienda, Javier Serralvo, todavía lo considera “abusivo”, por cuanto “el euríbor está en estos momentos en el 0,15%, por lo que aún no son estas las mejores condiciones”. Y explicó que, con la medida, se ahorrarán 111.000 euros a las arcas municipales.

Por su parte, desde el PP y a través de una nota de prensa posterior a la sesión plenaria, se argumentó su abstención en que el aumento del periodo de carencia en un año más “conlleva que el Ayuntamiento pague más intereses”.

Por otra parte, la corporación dio luz verde, por unanimidad, a la propuesta de la concejala de Servicios Sociales, Mònica Àlvaro, para exigir a la Generalitat que amplíe a junio y septiembre e incremente las becas para comedor escolar, meses estos en los que la Conselleria de Educación no cubre ahora este tipo de ayudas a familias con dificultades. H