Vila-real ya ha recuperado su playa del Millars, aquella en la que hace algunas décadas se bañaban los vecinos durante el verano. Y es que la primera fase de los trabajos de restauración ambiental del meandro del río, a la altura del paraje del Termet, acaba de concluir, lo que ha permitido retirar las vallas que impedían el acceso a la zona en la que se ha acometido la actuación.

Aunque la noticia de la apertura de este área a los bañistas todavía no se ha extendido entre los ciudadanos, ayer ya hubo quien decidió refrescarse en las aguas del río. Eso sí, se cuentan por decenas las personas que prefieren, al menos por ahora, tomar un baño en la piscina del Termet, aprovechando las mejoras introducidas en este recinto y el mantenimiento de los precios de acceso respecto a la temporada pasada -cuando abrió sus puertas tras su reforma integral- que se establecen en dos euros para los adultos y un solo euro para los más pequeños.

En concreto, los operarios de Tragsa, la empresa estatal que ha acometido los trabajos, han desarrollado a lo largo del último mes su labor para eliminar la zona de cañas -que habían invadido el espacio en los últimos años- y acometer el desbroce del área, así como la limpieza del suelo y la remodelación del talud. “Hacía décadas que no se actuaba en esta zona del río y la vegetación invasora, principalmente cañar -que en algunos casos alcanzaba los cuatro metros de altura- había desplazado a especies autóctonas, además de imposibilitar el disfrute del paraje natural por parte de la ciudadanía”, explica el edil de Sostenibilidad, Xus Sempere.

Unas labores que recibieron unas primeras críticas por parte del grupo ecologista Gecen que, posteriormente, se han suavizado ante las explicaciones dadas por el consistorio vila-realense. De hecho, Sempere reitera que en las zonas de mayor vulnerabilidad los desbroces se han realizado a mano, a la vez que en el área de cañas los trabajos se han acometido hasta un máximo de 20 centímetros de profundidad, con el objetivo final de alterar el suelo lo mínimo posible.

Asimismo, el edil informa que, a partir de octubre, se ejecutará una segunda fase del proyecto de restauración, en la que se plantarán especies de ribera, “para reforzar la erradicación de la vegetación invasora y añadir valor cultural y ecológico al paraje”. H