La Fundació Caixa Rural Vila-real ha alcanzado un acuerdo con la Congregación de Hermanas de la Consolación para trasladar a los residentes --a partir de noviembre y siempre que así lo hayan solicitado y decidido-- y trabajadores de la residencia Santa Ana y San Juan al nuevo centro que la orden ha construido en Almassora.

Desde la entidad explican que “la imposibilidad de adecuar el inmueble actual a la normativa de personas asistidas ha motivado la búsqueda de esta solución, que permite seguir prestando servicio a los usuarios del centro y mantener el empleo de los trabajadores”. Caixa Rural Vila-real subvencionará la estancia de los usuarios en la nueva residencia y dedicará el edificio de Santa Ana a actividades de carácter asistencial, dirigidas a las personas mayores desfavorecidas.

El nuevo emplazamiento cuenta con 58 plazas para mayores, 20 habitaciones individuales y 19 dobles, a las que cabe sumar las 17 en régimen de centro de día. Se trata de una de las más completas y modernas instalaciones de la Comunitat Valenciana.

La decisión se ha tomado tras descartarse la realización de obras de adecuación del edificio de Santa Ana y San Juan, ya que las plazas para residentes disminuían a casi la mitad, “lo que imposibilitaba la sostenibilidad económica de la actividad”. H