Sant Pasqual volvió a sentir ayer el cariño y el fervor de miles de vila-realenses que, un año más, volvieron a participar, de forma masiva, en su día grande.

Una jornada en la que los vecinos arroparon al patrón de la ciudad tanto en la misa que se ofició por la mañana, como en la tradicional procesión, que abarrotó las calles de la ciudad.

A las 11.00 horas, la basílica de Sant Pasqual acogió la santa misa pontifical, que estuvo presidida por el obispo de la diócesis de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, y en la que intervinieron, un año más, la Coral Sant Jaume, Veus de Cambra, la Orquesta Supramúsica y la Unió Musical La Lira, que interpretaron la misa solemne dedicada a Vila-real del maestro e Hijo Predilecto de la ciudad Rafael Beltrán.

Una emotiva ceremonia que volvió a poner los pelos de punta a los emocionados asistentes, entre los que se encontraban también la reina y damas de la ciudad, así como las autoridades.

Tras el receso que dio lugar a diversos actos festivos en diferentes puntos de la ciudad, la procesión tomó el relevo por la tarde de los principales actos de la jornada. Numerosos colectivos y particulares se sumaron a este desfile -entre ellos siete asociaciones de vecinos-, que recorrió las principales calles del centro.

La imagen del santo salió arropada por miles de fieles del templo en dirección a la plaza Bayarri y, tras pasar por los viales colindantes al consistorio, tomó la plaza Major y regresó por la calle Major hasta el templo.

Una cita que, finalmente, se convocó a las 17.00 horas -estaba prevista para las 18.00 y se cambió a la mañana para no coincidir con el fútbol, aunque finalmente volvió a la tarde- y en la que volvieron a participar vecinos, los típicos pastorets y los pequeños que han tomado la Comunión.