Las estrecheces económicas que azotan desde hace unos años a los ayuntamientos han obligado a aparcar muchos proyectos en la cuneta hasta tiempos mejores. Algo parecido, siguiendo el paralelismo, sucede también en Vila-real donde la caída de los ingresos municipales por las rebajas del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y las continuas sentencias urbanísticas, contrarias a la gestión municipal, han hecho mella en el erario público.

“La actual situación económica nos hace retrasar el proyecto previsto para cambiar el firme del circuito de running del ermitorio de la Mare de Déu de Gràcia al 2016. Nos hubiera gustado poderlo hacer ahora, tras el verano, pero la situación actual de las arcas municipales lo hace imposible. Así que esperamos poder incluir una partida para este fin en los presupuestos del próximo año”, confirma la concejala de Deportes, Silvia Gómez.

La intención del equipo de gobierno, tal y como reconoce la propia edila, es dar solución a las demandas planteadas por los runners que utilizan asiduamente este circuito con un notable éxito de uso. “Sabemos que pese a ser una obra nueva, el firme no ha cumplido con las expectativas que teníamos. Se ha ido eliminando la amortiguación que existía debido a su utilización y se ha quedado una superficie excesivamente dura para que pueda ser cómoda para la pisada de los usuarios”, explica la concejala.

Por ello, el objetivo que se persigue desde el departamento de Deportes es cambiar, por tramos, parte del firme actual por un material, en principio, que ya se ha implantado con notable éxito en el circuito 5k del jardín del Túria de Valencia. “Se trata de un producto diseñado por el Instituto de Biomecánica de Valencia que cuenta con 60 centímetros de espesor, compuesto por tres capas que favorecen una pisada más amortiguada y saludable”, dice.

“Creo que puede ser un buen material, aunque de todas maneras analizaremos todas las opciones que existen en el mercado en la actualidad para comparar y escoger el mejor. De cualquier manera, estamos hablando de unos trabajos que deberemos hacer por tramos porque su precio es bastante elevado --alrededor de 90.000 euros--, lo que implica también que debamos estar muy seguros. Lo que se ponga deberá responder a las necesidades de los deportistas. Por eso, haremos un primer trozo y les pediremos que lo prueben para que nos digan su opinión”, especifica. H