Cruz Roja Vila-real celebra hasta el viernes su Semana del Refugio. Lo hace desde el lunes con una programación que pretende trasladar a los vecinos el sufrimiento que padecen las personas que abandonan por causa mayor sus países de origen. La apertura de la iniciativa, en el edificio de la Fundació Caixa Rural, fue fiel reflejo de estas circunstancias.

La delegada internacional de la oenegé en campos de refugiados, María José Catalán, quien trabajó en la sede local y actualmente está en la de Castellón, explicó sus vivencias en Grecia. Los asistentes a su charla conocieron de primera mano cómo se atiende a los necesitados, principalmente a los más pequeños, y las formas de actuar frente a estas situaciones.

«Pretendemos con estas actividades concienciar, porque el hecho de acoger a refugiados no es un capricho, es gente que está desesperada, que lo pasa mal, y hay que resaltar que esto pasa continuamente, no solo en los casos mediáticos como el Aquarius que desembarcó en València. Cada día ocurren episodios de pateras que se rompen y no podemos obviarlo. Hay que divulgarlo», explicó la presidenta de Cruz Roja Vila-real, María Arrufat.

Testimonios

La jornada inaugural contó también con los testimonios de vida de personas acogidas en la ciudad, quienes viven de forma temporal en los pisos que tiene la organización solidaria a nivel local. En sus intervenciones desgranaron cómo llegaron al municipio o la situación de sus países de origen. Todos ellos coincidieron en el agradecimiento a los voluntarios de Cruz Roja que les ayudan a salir adelante para afrontar sus problemas.

La agenda de la Semana del Refugio se complementa con las exposiciones Caminos Migrantes yCaminos Migrantes Recuerdos del futuro. Arte sonoro.Ambas muestras pueden visitarse en el popularmente conocido como Casino, en la plaza Major.

El cierre será el próximo viernes, en el asador Gades de Vila-real, a partir de las 19.30 horas, con una conferencia sobre el programa de refugiados, dentro del ciclo Cita Urbana Solidaria.