El Ayuntamiento de Vila-real, a través del departamento de Servicios Públicos, reactivará el protocolo de actuación contra el picudo rojo tras detectar un rebrote en la presencia de este insecto, que acabó con la vida de una palmera ubicada en la plaza Escultor Ortells, al lado del monumento de L’Àngel, obra del artista local que da nombre a este espacio urbano anexo a la Séquia Major y que se dedica a los vila-realenses muertos en todas las guerras.

La invasión de este coleóptero asiático al ejemplar la detectaron el pasado viernes, «cuando cayeron algunas ramas verdes de la copa, lo que alertó de la presencia de este insecto», explica a Mediterráneo el edil del área, Francisco Valverde, quien añade que por este motivo los operarios municipales procedieron ayer a cortar la palmera y aislarla a trozos en bolsas para evitar que se propague aún más la plaga.

CONTRATO // «Pese al trabajo de mantenimiento que se lleva a cabo al respecto, hemos notado un rebrote en la presencia del picudo rojo, que de nuevo nos obliga a reactivar el contrato encomendado en su día a una empresa para erradicar esta problemática», señala Valverde. Y es que el concejal insiste en que «ya hacía dos o tres años que no se registraban incidencias de este tipo».

Al respecto, el máximo responsable municipal en materia de Servicios Públicos anuncia que intensificarán los tratamientos «allá donde sea necesario», en especial, en aquellas zonas verdes en las que existan palmeras, básicamente datileras, una de las especies más proclives a padecer los efectos de esta plaga.

INFORME TÉCNICO // El edil Valverde asegura que el de la plaza del Escultor Ortells es, por el momento, el único caso que se ha visto, aunque subrayan que estarán especialmente vigilantes para evitar su propagación. De hecho, confirma que el servicio técnico de su departamento ratificó a primera hora de ayer el ataque del coleóptero al ejemplar para el que rubricaron su destrucción a fin de eliminar el posible foco.

La entrada y el ataque virulento del picudo rojo tuvo su inicio fuerte en otoño del 2010, provocando la muerte de varios árboles de la familia de los phoenix ubicados en parques y jardines públicos. Sin embargo, el desastre fue casi total en los espacios verdes de numerosos masets ubicados en el término municipal. Y ello, pese a que desde el Ayuntamiento recomendaron a los propietarios que realizaran los tratamientos necesarios para evitar la expansión del insecto y la destrucción de lo infestado.