El Ayuntamiento de Vila-real ha decidido seguir la iniciativa de otras ciudades en materia de seguridad para el tráfico y, en especial para los viandantes, con la puesta en marcha de una experiencia piloto consistente en la instalación de pasos de cebra iluminados. En concreto, y con el fin de valorar su utilidad real, se ha coloca

o uno en la avenida La Murà, muy próximo al semáforo del cruce con Cardenal Tarancón.

Por el momento, la medida está causando buena impresión entre los conductores y, fundamentalmente, entre los peatones. Así lo asegura el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, quien explica que el sistema funciona «mediante una combinación de sensores que advierten de la presencia de personas instantes antes de pisar el paso de cebra y que provocan la puesta en marcha de unas bandas con bombillas leds en cada uno de los dos extremos de las rayas pintadas en la calzada, claramente visibles y que aportan mucha más seguridad a los ciudadanos».

Además, también se iluminan las señales azules que advierten de que existe un espacio preferente para que los viandantes pasen de un lado al otro de la calle. En cualquier caso, las luces solo se encienden cuando no hay visibilidad diurna, con el fin de ahorrar en consumo y costes.

«Se trata de combinar la eficiencia energética con la protección de los peatones, a través de los leds, que aseguran la visibilidad gracias a su gran brillo», asegura el concejal Valverde.

TRASLADO // En el caso de que los técnicos y los responsables políticos municipales determinen que esta experiencia es finalmente positiva, la colocación de estos pasos se extenderá a otras vías urbanas, en especial a aquellas avenidas que disponen de dos carriles de circulación, como puede ser esta de Francesc Tàrrega-La Murà-Pius XII o la de Alemanya.

La aplicación de las nuevas tecnologías en el ámbito de la seguridad en el tráfico se enmarca en el convenio de colaboración rubricado el pasado mes de noviembre entre el consistorio y la Fundación Telefónica, para desarrollar proyectos relacionados con la digitalización de servicios.

En este programa piloto, el Ayuntamiento ha invertido en torno a los 3.500 euros, que se implementarán con el dinero necesario en el caso de apostar por trasladar la experiencia a otras zonas del casco urbano.

«Una de las ventajas que ofrece esta tecnología por sensores es que el peatón no tiene que esperar a poder pasar tras pulsar un botón, sino que el acceso es inmediato», concluye Valverde.